Por Haivanjoe NG Cortiñas

El presidente Luis Abinader cumple 2 años, inició su mandato con el problema de la pandemia por COVID-19, constituyéndose en el primer y más importante desafío para las nuevas autoridades. Transcurrido la mitad del periodo presidencial, propicio es el tiempo para examinar la marcha del gobierno en el plano económico.

En su alocución inaugural, el presidente Abinader dijo, que en el pasado se produjo una elevación de la deuda pública, un agravamiento del déficit fiscal, no se mejoró la calidad del gasto público, que de inmediato iniciaría un plan para reparar y construir 30 mil viviendas a nivel nacional y que, además, recuperaría el empleo.

La lectura de los números oficiales acerca del desempeño de la economía, encontramos que el PIB creció en un 12.3 % en el 2021 y en el primer semestre del 2022 en un 5.6 %. El primer nivel de expansión de la economía fue influido por el efecto rebote estadístico, al compararse con el desempeño del 2020, que fue negativo en el orden de un 6.7 % y el segundo, no parece corresponderse con el objetivo intermedio de desacelerar la expansión económica por la vía de la subida de la tasa de política monetaria, que ha sido de un 3.0 % a un 7.75 %, desde noviembre de 2021 a julio de 2022.

   El crecimiento económico, por igual se contrapone al principal objetivo monetario de gerenciar la inflación hasta conducirla al rango meta, que en su punto medio es de un 4.0 %, mientras que, el incremento de los precios registrado a julio es de un 9.43 % interanual, superior en 5.43 puntos porcentuales al de la meta. Alineado a los precios, el costo de la canasta básica pasó de RD$ 36,300 en septiembre de 2020 a RD$ 42,269 a julio de 2022, para un incremento de RD$ 5,969 al mes, similar a la tasa de inflación acumulada en lo que va de periodo gubernamental que es de un 16.3 %.

Respecto al empleo, a junio del 2022 fue que pudo recuperarse la ocupación general, al alcanzar los 4,702,017 personas laborando en los sectores formales e informales de la economía. Sin embargo, la calidad del empleo se ha deteriorado, dado que, para el 2019 el empleo formal era de un 51.6 % y el informal de un 48.4 %, en cambio, al 2022 se ha revertido, colocándose en 48.0 % el formal y el informal en 52.0 %.

   En complemento, la referida recuperación refuerza el carácter no inclusivo del crecimiento económico, pues el ingreso monetario por hora para el 2019 era de RD$ 116.7; mientras que, en el 2022 es de RD$ 116.6

Otro componente del PIB a prestarle atención es la desaceleración de las actividades comerciales durante el primer semestre del 2022, que fue de un 6.6 %, en cambio, la de iguales meses del 2021 alcanzó un 10.3 %, para una perdida de 3.7 puntos porcentuales.

En contraste a la subida de los precios, el tipo de cambio ha tendido a apreciarse en el mercado, en un 7.58 %, desde el 17 de agosto del 2020, que se cotizó el dólar estadounidense a RD$ 58.47, al 14 de agosto del 2022, que registró el precio de RD$ 54.04 la venta, versus la tasa de inflación que acumuló (septiembre.2020 a julio 2022) un 16.44 %.

Las razones que han podido influenciar en la apreciación del peso pueden ser dos. La primera, asociada al poco dinamismo en la demanda del dólar, habida cuenta de que en el año de la normalidad (2019), el mercado cambiario vendió US$ 25,167 millones, en cambio en el 2021, en donde la economía se expandió en un 12.3 %, la demanda alcanzó US$ 26,073 millones, para un incremento de tan solo US$ 906.0 millones y un descenso en el 2020, cuando la demanda fue de US$ 24,821 millones. La segunda, está en el aumento de las reservas internacionales netas, al pasar de US$ 10,552 millones a US$ 14,171 millones, desde septiembre 2020 a julio 2022.

Varias han sido las fuentes que explican el aumento de las reservas internacionales, las remesas, que pasaron en el 2019 de US$ 7,087 millones, a US$ 10,402 millones en el 2021, la más alta de todos los tiempos y ha continuado en los primeros siete meses del 2022, aunque con menos intensidad, al situarse en US$ 5,669 millones, cuando en igual periodo en el 2021 fue de US$ 6,159 millones, equivalente a US$ 490.0 millones menos.

La elevación en el envío de remesas ha sido favorecida por la expansión monetaria en la economía de los Estados Unidos y la recuperación del empleo; aunque en lo adelante pueda verse comprometida por la inflación y la recesión económica norteamericana.

   En lo relativo a la deuda del sector público no financiero, el saldo a junio del 2022 es de US$ 51,808 millones, mientras que, a septiembre de 2020 era de US$ 43,091 millones, equivalente a un aumento de US$ 8,717 millones. En términos per cápita, significa que para cada ciudadano en el 2020 la carga de la deuda era de US$ 4,124, en cambio, a junio de 2022 es de US$ 4,876, para un aumento de US$ 752.0 y en pesos 43,969.

A nivel de los compromisos del Banco Central con el público inversionista, los valores en circulación han pasado de RD$ 624,104 millones en agosto de 2020 a RD$ 870,167 millones, también de agosto de 2022, para una expansión de RD$ 246,063 millones, equivalente a una tasa de crecimiento de un 39.4 %. En términos mensuales, el incremento ha sido de RD$10,043 millones.

Durante el 2021, la ejecución del gasto público, clasificación económica, hasta el 7 de diciembre fue en gasto de capital un 9.0 % y corriente un 91.0 %, al final del año pudo cumplirse con lo consignado en el presupuesto (13.0 %), por las partidas de transferencias de capital que hicieron. Dos datos indicativos del gasto capital menor lo encontramos en que en obras de infraestructura solo se gastó RD$ 30,665 millones, cuando en el histórico sobrepasa los RD$ 40 mil millones y la transferencia de capital al 10 de diciembre fue de RD$ 42,649 millones y al cierre del año de RD$ 69,455 millones. En lo que va del 2022, la ejecución sigue el mismo curso del año anterior.

Descendiendo a la clasificación objetal que permite apreciar el gasto público que se destina a las inversiones en obras públicas, se puede encontrar que el gobierno ha podido ejecutar hasta un 5.96 % del gasto público total; sin embargo, solo ha ejecutado en los primeros siete meses del 2022 un 3.96 %, lo que equivale a decir que, en montos, se ha dejado de invertir en obras públicas RD$ 13,636 millones en los que va de año y a nivel mensual RD$ 1,948 millones.

Finalmente, por el lado del manejo presupuestario, presenta un déficit de caja de RD$ 29,047 millones, al registrar ingresos por RD$ 578,579 millones y gasto por RD$ 607,626 millones, al 11 de agosto de 2022. Las autoridades al anunciar un presupuesto complementario para lo que resta del año, proyectan un déficit en torno al 3.6 %, cuando el de 2021 se situó en torno a un 3.0 % del PIB.