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El banco central de México revisó a la baja este miércoles su pronóstico de crecimiento para 2019, el primer año de gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que asume la presidencia este sábado en un entorno de incertidumbre entre inversores sobre las políticas económicas que implementará.

La institución dijo en un informe que la economía crecerá el próximo año entre 1,7% y 2,7%, frente a una estimación previa de entre 1,8% y 2,8%.

«Hay muchos elementos de incertidumbre que están por conocerse en las próximas semanas; uno de ellos es el paquete económico (del 2019) como algunas otras políticas que pudieran ser importantes», dijo sobre el ajuste el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León.

«Esa información se irá incorporando en los pronósticos del banco», agregó durante la conferencia de prensa posterior al informe.

El banco señaló que existen dudas sobre las políticas del nuevo gobierno y sus efectos «sobre la actividad económica y la capacidad del país para generar un ambiente de confianza y certidumbre que sea propicio para la inversión».

Consultado sobre los factores específicos de preocupación, Díaz de León precisó que son aquellas políticas que inciden en la productividad y la estabilidad macroeconómica.

Entre las promesas de campaña de López Obrador estuvieron la reversión de reformas estructurales implementadas por el gobierno saliente, como la que abrió el sector energético a la inversión privada, y la de la educación.

Aunque ya como presidente electo ha moderado su discurso, los mercados están sensibles a cualquier señal que consideren contraria a la inversión.

El Banco de México ha abogado en más de una ocasión por continuar y profundizar el proceso de reformas del presidente saliente, Enrique Peña Nieto.

«Ese es el reto central y parte de los elementos de políticas públicas que se necesitan para detonar productividad», agregó el gobernador del banco.

No es la primera vez que el banco central de México advierte sobre el impacto de las medidas del gobierno entrante.

El 15 de noviembre, al anunciar un aumento a la tasa de interés de referencia a 8%, el banco dijo que el peso mexicano se vio presionado por la decisión de López Obrador de cancelar el nuevo aeropuerto de Ciudad de México -una obra de 13.000 millones de dólares- y por las «políticas de la nueva administración».

La decisión de cancelar la obra tras una polémica consulta en la que se detectaron irregularidades generó también preocupación entre los analistas de que se busque tomar otras decisiones de política pública a través de un mecanismo similar.

Además, recientes iniciativas legislativas del oficialismo, como una que planteaba reducir las comisiones que los bancos mexicanos cobran a sus clientes o la de nacionalizar el sistema privado de fondos para el retiro, provocaron desplomes en la bolsa mexicana y depreciación de la moneda.

Para atajar las preocupaciones, tanto el equipo económico liderado por el futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, como el propio López Obrador han buscado calmar a los inversionistas.

En un mensaje difundido el martes en las redes sociales, López Obrador dijo que no aplicará nuevos impuestos y se respetarán los equilibrios macroeconómicos.

«Creo que es constructivo que hayan dado un mensaje sobre algunos de los elementos de política pública que consideran y otro sobre los que no consideran», dijo Díaz de León.

«Lo que va a generar la confianza será una estrategia clara y una ejecución en tiempo y forma» de las nuevas políticas públicas, agregó.

La atención de los mercados está ahora puesta en el presupuesto para el próximo año, que su equipo deberá presentar a más tardar el 15 de diciembre.

El Banco de México dijo también que la economía mexicana, la segunda mayor de América Latina, enfrenta un entorno complejo por la ratificación del nuevo acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, que debe ser aprobado por las legislaturas de los tres países.

«Existen obstáculos para su ratificación, en un entorno en el que persiste la posibilidad de que se presente un escalamiento en las tensiones comerciales a nivel mundial», dijo.

La economía mexicana creció 0,8% en el tercer trimestre del año, y el banco central espera que en 2018 haya una expansión de entre 2% y 2,4%.

Fuente: Afp.com