La policía militar para a un autobús a la entrada de la base de Pearl Harbour (Darryl Oumi / AFP)

Las autoridades no identificaron a las víctimas y al pistolero ni dieron un motivo para el tiroteo

Un marinero de la Armada estadounidense disparó y mató a dos civiles que trabajaban en la histórica base militar de Pearl Harbor en Hawai, e hirió a un tercero antes de suicidarse. Las autoridades no identificaron a las víctimas y al pistolero ni dieron un motivo para el tiroteo, pero los medios dijeron que los muertos eran todos hombres.

El hombre armado murió de “una aparente herida de bala autoinfligida”, dijeron oficiales militares en una conferencia de prensa, y agregaron que la tercera víctima estaba en condición estable en el hospital. “Hemos confirmado que dos (víctimas) han fallecido”, dijo el comandante regional, contralmirante Robert Chadwick.

Pearl Harbour
La base cerrada

El tiroteo ocurrió sobre las 14.30 hora local (00.30 GMT del jueves) y provocó el cierre de la base. Dos horas más tarde sus responsables dieron el incidente por concluido y reabrieron las puertas de la instalación militar.

En un principio las autoridades informaron de que las tres víctimas habían resultado heridas, pero posterioremente dos de ellas fallecieron como consecuencia de sus lesiones. Las dos víctimas mortales eran civiles que trabajaban para el Pentágono. El herido, también civil, está hospitalizado en condición estable, según un portavoz militar.

El portavoz Robert Chadwick
El portavoz Robert Chadwick (Darryl Oumi / AFP).

Un funcionario de la ciudad de Honolulu, en cuyos límites está Pearl Harbor, citado por The Washington Post, detalló que el tiroteo ocurrió en uno de los cuatro muelles secos de los astilleros de la base, utilizados habitualmente para la reparación de navíos. También indicó que en esos muelles suelen trabajar civiles empleados por el Departamento de Defensa.

Por su parte, el gobernador de Hawai, el demócrata David Ige, lamentó el suceso y aseguró que la Casa Blanca ya le ha ofrecido asistencia de las agencias federales. Aunque no tan habituales como los tiroteos masivos en el resto del país, los ataques con armas dentro de bases militares ocurren ocasionalmente en Estados Unidos.

En la base de Fort Hood, en Texas, tuvo lugar en 2009 un tiroteo que dejó 13 muertos, entre ellos una mujer embarazada, mientras que en 2014 una serie de ataques en esas mismas instalaciones se cobraron la vida de cuatro personas.