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Si bien es cierto que la Constitución de la República Dominicana, en su articulo 55 establece los Derechos de la familia, y la ley 136-03 (Código del Menor), hace un desglose en diferentes artículos de la responsabilidades de los padres, los derechos de los niños, etc..

Es lamentable ver como tal responsabilidad queda solo plasmado y que sea tan incumplida por los padres de hoy día. Cabe también destacar que, la crianza de un niño es responsabilidad de sus padres, en primera instancia, no es menos cierto, que es muy común ver madres jugando el rol de los dos.

Aparentemente, se le es más fácil al hombre alejarse de sus obligaciones y dejarle toda la obligación a la madre. Es por ello, que podemos ver decenas de hogares dirigidos por mujeres que han tenido que asumir el compromiso de la crianza de los niños tras la ausencia del padre y viceversa.

Pero, dado que por diferentes circunstancias, no siempre el padre puede estar presente, esto no lo exime de su responsabilidad, y ahí es donde radica el gran problema, hombres que simplemente se hacen de la vista gorda y olvidan que la crianza de un hijo es cosa de dos. Pero, peor aún, tenemos un código del menor que de manera clara indica los derechos que tienen los niños (alimentos, vivienda, salud, educación, recreación, etc.), y muchas veces, es muy cuesta arriba, que con las limitaciones económica y sin el aporte o con ciertas cifras aportadas por algunos padres esto sea posible. 

Tenemos pensiones alimenticias de hasta RD$ 1,500.00 y RD$ 2,000.00 pesos, y los mas afortunados, o madres que pueden demostrar la solvencia de algunos, pueden obtener mayores ayuda. Pero, no se trata solo de la parte económica, hay una parte emocional y afectiva, que lamentablemente, por mas que haga una madre, no puede sustituir u ocupar el rol del padre.

Es importante hacer conciencia del daño que hacemos a un niño cuando crece sintiendo la ausencia de sus padres, porque muchas madres, dado que tienen la responsabilidad de criar solas a sus niños, se ven en la necesidad de estar ausentes en los momentos importantes en la vida de sus hijo, y que es muy visto, que ya en la adolescencia o adultez, viven con carencia de amor, llegando afectar su conducta en la sociedad.

Es importante, que tanto padre como madre, estemos conscientes de que si bien es cierto, que los hijos son una hermosa bendición, no menos cierto es que es una responsabilidad y debemos asumirla como tal.